domingo, 9 de febrero de 2014

Tras las huellas de Plutón en un caso de asesinato.



Las direcciones simbólicas de clave armónica son aquellas que desplazan todos los puntos significativos de una carta natal (planetas, cúspides de casas, nodos, ápsides, partes, etcétera) a la velocidad anual resultante de dividir los 360 grados del círculo zodiacal por un número entero. La clave de dirección es el número entero usado para determinar esa velocidad. Decimos que la clave es armónica porque el principio de construcción de una carta armónica es también la división del círculo zodiacal por un número entero. Sin embargo, en este sistema no se usan cartas armónicas propiamente dichas, sino únicamente giros de la carta natal sobre sí misma.

De acuerdo con ciertas propiedades de los números y de los ciclos que se les asocian, podemos esperar que algunas claves tengan efectos más poderosos que otras (véase Armodinas. La fuerza de los números en las ruedas del tiempo). La clave 12, por ejemplo, es, a priori, la más poderosa de las 17 primeras, porque supera a todas las demás en número de pares equivalentes y en número de submúltiplos. Es la base de las profecciones, que mueven los planetas a razón de un signo (30 grados) por año.

Podemos calcular una carta completa de direcciones simbólicas de clave armónica para una fecha dada utilizando cualquiera de los programas que bajo un nombre u otro permiten usar esta técnica (véase Programas y utilidades para calcular direccionesDirecciones simbólicas con PaintAstro Q2, v. 9.00). También podemos hacerlo al revés, calcular una fecha a partir de una dirección. Por ejemplo, en la carta natal de Amanda Knox, presunta asesina de Meredich Kercher (véase Arcos de Venus y amistades peligrosasAmanda Knox y Raffaele Sollecito, la segunda condena), el Sol se encuentra a 16º 40' 24" de Cáncer y Plutón a 7º 10' 14" de Escorpio. Podríamos querer saber en qué momento se cumple la dirección Plutón conjunción Sol por la clave armónica 12 (profecciones). Para ello podemos aprovechar la utilidad Direcciones simbólicas de clave armónica, diseñada precisamente para esto, tal como se ve en la figura 1.



Figura 1. Cálculo de la primera fecha de cumplimiento de una dirección.

Vemos así que esta dirección se cumple el 2 de noviembre de 1995, cuando Amanda tenía 8 años de edad. Dado que la clave armónica 12 define un ciclo de doce años, cualquier dirección se repetirá varias veces por esta clave a lo largo de una vida de duración media, a intervalos de doce años. Para saber en qué fecha se produce esta misma dirección por segunda vez en la vida de Amanda sólo tenemos que incrementar en una unidad el valor de Ciclo —que por defecto es 1— en el cuadro correspondiente. Obtenemos así el resultado que se muestra en la figura 2.


Figura 2. Cálculo de la segunda fecha de cumplimiento de una dirección.

La dirección se cumple por segunda vez el 1 de noviembre de 2007, a las 22:41 GMT. Exactamente en ese día y aproximadamente a esa hora Meredich Kercher era asesinada por apuñalamiento múltiple presuntamente a manos de Amanda Knox, según el veredicto de dos de los tres jurados que hasta ahora se han pronunciado sobre el caso. Se supone que Amanda, junto con Raffaele Sollecito y Rudy Guede, trataron de forzar a Meredich a participar en una orgía de juegos sexuales, drogas y alcohol que fue demasiado lejos. Es ciertamente extraordinaria la precisión temporal con que esta dirección coincide con el suceso. Según la policia, el asesinato debió producirse "el 1 de noviembre de 2007 entre las 9 y las 11 de la noche o algo más tarde", por lo que la dirección da de lleno en la diana. 

¿Convierte esto a Amanda en culpable de asesinato, según el veredicto de los astros? Esto es algo que nunca puede afirmarse, porque ninguna dirección obliga a nadie a hacer nada. Una dirección (o una progresión o un tránsito) simboliza una cierta atmósfera que facilita la producción de un tipo determinado de sucesos o de actuaciones, pero no garantiza sin más que algo muy específico tenga que ocurrir. Una dirección de Plutón al Sol puede coincidir con una profunda transformación de cualquier tipo y es evidente que, con ocasión de la segunda dirección de Plutón en conjunción a su Sol natal, Amanda vivió una experiencia que cambió radicalmente el curso de su vida. Pero también puede pasar completamente inadvertida, como probablemente sucedió en la primera fecha en que esta dirección se hizo exacta, cuando Amanda tenía ocho años. ¿Por qué en un caso sucede algo muy fuerte mientras que en otro no sucede nada? Sencillamente porque ninguna dirección actúa por sí sola, sino que lo hace dentro de un contexto astrológico muy amplio que varía en cada caso y en unas condiciones personales, psicológicas, históricas y ambientales que son también diferentes en cada ocasión. Está claro que no era muy probable que una niña de ocho años participara activamente en una orgía de sexo, drogas y violencia, porque aún no ha alcanzado su madurez sexual y todavía se encuentra bajo el control de sus padres con los que vive. Pero a los veinte años y lejos del entorno familiar eso era algo que podía suceder.

Las condiciones personales no eran, pues, las mismas ni tampoco estaban acompañadas en cada caso de los mismos tránsitos, progresiones y revoluciones. Por eso una misma dirección no puede manifestarse dos veces de la misma manera. Pero es que, además, no se trata realmente de la misma dirección. Como ya he demostrado en otro lugar (véase El engranaje microcósmico), las direcciones simbólicas de clave armónica o entera son solamente un artificio que reúne en una misma carta un conjunto de detalles sueltos procedentes cada uno de ellos de una carta armónica diferente. Lo que hace que este sistema funcione son los armónicos dinámicos que llevan detrás, es decir, las direcciones armónicas propiamente dichas que responden a la fórmula general:
Un ciclo armónico (simple o compuesto) = un ciclo astronómico (simple o compuesto) 
fórmula que en el caso de la dirección que nos ocupa toma la siguiente forma concreta:
Un ciclo armónico de Plutón = 12 años
El ciclo armónico de Plutón se determina dividiendo 360 por la posición radical de Plutón, expresada en grados eclípticos absolutos. Esa posición de Plutón así expresada la tenemos a la vista tanto en la figura 1 como en la 2, en la parte inferior del cuadro correspondiente al Factor dirigido, y es 217,170556. Por tanto, tenemos:
Ciclo armónico de Plutón = 360 / 217,170556 = 1,65768
1,65768 armónicos = 12 años
1,65768 / 12 =  0,13814 armónicos por año
Para cada dirección debemos levantar una carta armónica completa  a partir del resultado de la siguiente ecuación:
H = 0,13814 * edad + 1
donde H es el número de la carta armónica a calcular y la edad se usa con fracción decimal, tal como se muestra en las figuras 1 y 2.

Así pues, la carta armónica que corresponde a la primera dirección Plutón-Sol es la siguiente:
H = 0,13814 * 8,316759 + 1 = 2,148879
que se muestra en la figura 3.


 Figura 3. Armónico 2,148879 geocéntrico de Amanda Knox

Y la carta armónica que corresponde a la segunda dirección Plutón-Sol es la siguiente:
H = 0,13814 * 20,316759 + 1 = 3,80656
que se muestra en la figura 4.

Figura 4. Armónico 3,80656 geocéntrico de Amanda Knox

Podemos ver así que la carta armónica que está siendo activada con la primera dirección Plutón-Sol es muy diferente de la que está siendo activada con la segunda. La primera es una carta con muy poca tensión, sin cuadraturas ni oposiciones ni conjunciones potencialmente violentas. La segunda, por el contrario, contiene un poblado entramado de aspectos duros en el que participan más de la mitad de los planetas de la carta, incluido el propio Plutón, que se encuentra aquí en conjunción con Marte/Júpiter, oposición a Urano, cuadratura a Mercurio y sesquicuadratura a Neptuno. Además, los luminares ocupan casas difíciles, relacionadas con asuntos secretos y sombríos, con el sexo y con la muerte: la Luna en la casa 8 y el Sol en la casa 12. He aquí por qué la segunda dirección Plutón-Sol era mucho más peligrosa que la primera, con independencia de lo que posibilitaban los contextos personales y astrológicos complementarios.

Pero la luz que pueden aportar las direcciones armónicas propiamente dichas a las direcciones simbólicas que corren parejas con ellas no se termina aquí. Hay dos tipos de direcciones armónicas: las que asocian el nacimiento con el Armónico Cero y las que lo asocian con el Armónico Uno. En las primeras todos los planetas empiezan a moverse en el instante del nacimiento desde un punto común: el grado cero de Aries, pero cada uno a una velocidad diferente, dependiendo de la posición que ocupa en la carta natal. En las segundas cada planeta empieza a moverse en el instante del nacimiento desde la posición misma ocupada en la carta natal. En ambos sistemas, cada planeta avanza por armónico tantos grados como hay desde el punto vernal hasta su propia posición. 

Los armónicos de la edad en la forma en que han sido empleados en el artículo Amanda Knox y Raffaele Sollecito, la segunda condena son una variedad de direcciones armónicas del primer tipo. Las direcciones simbólicas de clave entera están ligadas, sin embargo, con direcciones armónicas del segundo tipo, como las mostradas aquí en las figuras 3 y 4. Un sistema paralelo de direcciones simbólicas ligadas con direcciones armónicas de origen cero no es totalmente inviable, pero tendría unas características completamente distintas que lo harían irreconocible como sistema de direcciones. Si hacemos partir del Cero de Aries a todos los planetas —y no sólo planetas, sino también cualquier punto de una carta susceptible de ser dirigido— y los movemos todos a la misma velocidad, como se hace en simbólicas, siempre avanzarán todos juntos aglomerados en un mismo punto que se desplaza por la carta a una velocidad constante. En caso de que esa velocidad venga dada por la clave 84, el resultado en la práctica no se diferenciará en nada del que se deriva de la aplicación del Punto de la Vida de Frankland, porque éste es un punto que, partiendo de cero de Aries en el nacimiento recorre el zodiaco en 84 años. Por tanto, podríamos decir que Frankland descubrió las direcciones simbólicas de clave armónica 84 y origen cero, sin percatarse de ello. Una vez que nos damos cuenta de esto, podemos extender el procedimiento a todas las demás claves. Así, por ejemplo, en la clave 12, que estamos usando aquí, un punto que partiendo de cero de Aries complete una vuelta al zodiaco cada doce años, recorrerá el signo de Aries en el primer año de la vida, el de Tauro en el segundo, y así sucesivamente, a razón de 30 grados por año. Para saber dónde estaba este punto en el momento en que se cumplía cualquiera de las dos direcciones Plutón-Sol comentadas más arriba debemos multiplicar por 30 la edad de cualquiera de ellas (la posición será la misma en ambos casos) y así obtendremos el número de grados que ha avanzado ese punto a esa edad. Tomando, por ejemplo, la primera tenemos: 
8,316759 * 30 = 249,5027778
que en notación zodiacal equivale a 9º 30' de Sagitario. La cúspide de la casa 7 de Amanda queda a 8º 54' de Sagitario con la hora suministrada por AstroDataBank (Rodden Rating AA, máxima fiabilidad). Aunque exista un certificado de nacimiento que avale esta hora, esto no garantiza que no pueda haber algún tiempo de diferencia con la hora real. En cualquier caso, dando por buena esa hora, el punto en cuestión habría coincidido con el Descendente o cúspide de la casa 7 aproximadamente una semana antes de la fecha del asesinato. La casa 7 no se relaciona con la muerte, sino con la pareja, pero téngase en cuenta que Amanda había conocido a Raffaele Sollecito sólo dos semanas antes del asesinato en el que ambos se vieron implicados, por lo que su relación de pareja databa sólo de unos pocos días atrás.

El dato a retener aquí es que siempre que sobre la carta de Amanda se produzca la dirección Plutón-Sol por cualquier clave se activará también inmediatamente antes y casi al mismo tiempo la cúspide de la casa 7, lo que hace muy probable que el poder transformador, destructor y convulsionador de Plutón se manifieste en el contexto de una relación de pareja o cualquier otro asunto propio de la séptima casa. Esto se debe a que en la carta natal de Amanda la distancia entre Plutón y el Sol es aproximadamente la misma que hay entre el grado cero de Aries y la cúspide de la casa 7. Esto implica que si hacemos comenzar el zodiaco en el grado eclíptico ocupado por Plutón, el Sol quedará a 9º 30' de Sagitario, a menos de un grado de la cúspide de la casa 7 (figura 5).


Figura 5. Carta natal de Amanda Knox con zodiaco anclado en Plutón

Plutón se conecta así de modo indirecto y ocasional con los asuntos de la casa 7. Pero en la carta de Amanda hay también otra conexión entre Plutón y la casa 7 mucho más directa y poderosa, pero muy difícil de ver en una carta del formato usado por la inmensa mayoría de los astrólogos occidentales actuales. Pongamos otra vez el zodiaco tropical en su sitio para ver la carta natal de Amanda en ese formato habitual (figura 6)


Figura 6. Carta natal de Amanda Knox geocéntrica tropical

Aparentemente Plutón está a 7º 10' de Escorpio, en la casa 6, y no se vincula con la casa 7 ni por presencia ni por regencia ni por conjunción a su cúspide desde la casa precedente. Sólo hay un semisextil (orbe 1º 44') con la cúspide de la 7, pero este es un aspecto menor y no demasiado exacto. Ahora bien, debido a la fuerte inclinación de su órbita respecto del plano de la eclíptica, Plutón casi nunca está realmente donde parece. Lo que está a 7º 10' de Escorpio no es el cuerpo físico de Plutón, sino su proyección a través de un círculo máximo perpendicular al plano de la eclíptica que pasa por los polos eclípticos y por el cuerpo del planeta y que corta la eclíptica en 7º 10' de Escorpio por el lado más cercano al cuerpo del planeta y en 7º 10' de Tauro por la distancia más larga. Pero la latitud de Plutón es 16º 28' N y esto es lo que hace posible que, a pesar de que todo el signo de Escorpio está bajo el horizonte, interceptado en la casa 6, el cuerpo físico de Plutón se encuentre en realidad ligeramente por encima del horizonte y, por tanto, en la casa 7 de una carta mundana de cielo local (véase figura 7).


Figura 7. El cielo natal de Amanda tal como se veía desde Seattle.
La línea horizontal que divide el gráfico en dos partes iguales representa el horizonte.
La línea sinusoidal graduada y dividida en segmentos de cuatro colores es la eclíptica.

Para ver con toda claridad cuál es la posición real del cuerpo físico de un planeta en una casa en lugar de sus proyecciones en la eclíptica debemos usar una carta domal, cosa que podemos hacer con los programas Kepler y Armon de Miguel García (figura 8).



Figura 8. Carta domal natal de Amanda Knox

Gracias a este recurso podemos comprobar que Plutón se halla realmente 0º 45' encima de la cúspide de la casa 7. Por tanto, ocupa un lugar muy destacado en esta carta, como planeta angular. De hecho, ningún otro planeta está tan cerca de un ángulo como Plutón. Además, Plutón se destaca también por otra cosa: por ser el planeta con menor declinación de toda la carta, es decir, el planeta más próximo al plano del Ecuador (figura 9)


Figura 9. Carta natal de Amanda Knox. Ascensión recta y declinación de los planetas

Plutón tiene, pues, en esta carta un peso mucho mayor del que parecía a primera vista y esto es, probablemente, lo que hace a Amanda tan sensible a las direcciones y tránsitos de este planeta. Ya he señalado que la dirección simbólica de clave armónica 12 Plutón conjunción Sol y el tránsito heliocéntrico Tierra oposición Plutón eran ambos exactos en día y hora en el momento del asesinato. A eso se añade la conjunción heliocéntrica de Plutón con la Tierra (orbe 0º 48') por armónicos de la edad de origen 1 (figura 10).


Figura 10. Armónico de la edad + 1 heliocéntrico de Amanda Knox
para el 1 de noviembre de 2007, hacia las 22 GMT

La concurrencia de todos estos factores actuando a la vez es, probablemente, lo que hace posible que los acontecimientos alcancen una magnitud muy raramente observada con cada una de estas direcciones y tránsitos actuando por separado.

© 2014, Julián García Vara



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