jueves, 14 de julio de 2011

Marte y Venus en el matrimonio. Una exploración estadística

Desde hace algunos meses vengo exponiendo en mi blog Cadencias microcósmicas diferentes detalles de una investigación empírica sobre los aspectos astrológicos que intervienen en la formación de vínculos matrimoniales. El estudio está basado en una muestra de cerca de tres mil matrimonios, cuyos datos natales fueron recogidos por los esposos Gauquelin y publicados en la web del C.U.R.A. (Centre Universitaire de Recherche en Astrologie) y en la Base de datos de Astrodigitalia

No he tratado de abordar la sinastría en toda su complejidad, porque es un tema demasiado amplio y difícil de acotar en términos estadísticos. Me he limitado, de momento, al estudio de los ángulos que los siete planetas tradicionales forman entre sí al cruzar las cartas natales de cada pareja de personas casadas.

Incluso restringiéndome a eso, el volumen de información generada excede con mucho la extensión de lo que sería razonable exponer en un artículo. Así pues, remito al blog antes cítado a quien quiera conocer todos los detalles técnicos del cálculo de valores esperados, tratamiento de la información y datos observados.

Aquí voy a tratar solamente los contactos que las posiciones de Marte y de Venus en la carta natal de un miembro de cada pareja hacen con Marte y con Venus de la carta natal del otro miembro. Entenderé que dos planetas están en contacto si forman conjunción en al menos uno de los trece primeros armónicos, dentro de un orbe de 13º 20'. Como norma general, dos planetas forman conjunción en el armónico n si el ángulo natural que los separa, medido en la eclíptica, es igual a 360/n ó a cualquier múltiplo de 360/n que no supere los límites del círculo. Así, por ejemplo, dos planetas estarán en conjunción en el armónico 5 si el ángulo natural que los separa, medido en la eclíptica, es de 360/5, es decir, 72º ó cualquier múltiplo de esta cantidad (144º, 216º, 288º ó 360º). Los ángulos de 72º y 288º se conocen también como quintiles, y los ángulos de 144º y 216º se conocen como biquintiles; pero en el interior de una carta del armónico 5, los quintiles y biquintiles naturales se mostrarán como conjunciones. Por tanto, a través de las conjunciones del armónico 5 podemos extraer alguna información sobre los quintiles y los biquintiles. Y a través de las conjunciones de otros armónicos podemos extraer información sobre otros aspectos.

Al abordar los contactos entre Marte y Venus en el contexto de una relación de pareja, algunos libros de sinastría tratan por separado los aspectos entre Marte del hombre y Venus de la mujer y los aspectos entre Marte de la mujer y Venus del hombre. Nosotros también lo haremos así, pero haremos algo más que ningún libro de sinastría hace. Tendremos en cuenta el orden de los factores. Así, dentro del grupo de conjunciones entre Marte del hombre y Venus de la mujer, distinguiremos aquellas en las que Marte del hombre se sitúa antes que Venus de la mujer (por ejemplo, Marte a 10º de Leo y Venus a 15º de Leo) de aquellas otras en las que se sitúa después (por ejemplo, Venus a 15º de Leo y Marte a 20º de Leo). Y lo mismo haremos con todas las demás combinaciones posibles entre estos planetas.

Nos ocuparemos primero de aquellos contactos en los cuales un miembro de la pareja pone en juego su Marte y el otro su Venus. Después abordaremos los contactos en los cuales los dos miembros de la pareja aportan el mismo planeta. 

Nuestro propósito es comprobar si la presencia de estos contactos en la sinastría entre las cartas de un hombre y de una mujer aumenta o disminuye en alguna medida la probabilidad de que se forme una unión matrimonial entre ambos. Para ello necesitamos saber primero con qué frecuencia se producen estos contactos en grupos de cartas emparejadas al azar (valores esperados). Después debemos constatar con qué frecuencia se observa cada uno de ellos en la muestra de matrimonios reales que estamos investigando (valores observados). Si la frecuencia observada es similar a la esperada, concluiremos que no hay evidencia de que el contacto intervenga en el proceso de formación de vínculos matrimoniales. Si la frecuencia observada se desvía significativamente de la esperada, ya sea por exceso o por defecto, quedará reforzada la hipótesis de que el contacto está relacionado con la formación de vínculos matrimoniales, ya sea estimulándola o inhibiéndola.


Contactos entre Marte y Venus.

He condensado los resultados de la investigación sobre los contactos entre Marte y Venus en unos pocos gráficos. En el primero de ellos podemos observar trece cilindros divididos en cuatro secciones de diferentes colores, cada una de las cuales lleva asignado un número. También los cilindros van numerados del 1 al 13. Como es fácil suponer, el número del cilindro corresponde al armónico en el cual se han realizado las mediciones. Las secciones en rojo corresponden a contactos en los cuales Marte va antes que Venus. Rojo oscuro significa que el que va antes es Marte del hombre y rojo claro indica que es Marte de la mujer el que va primero. Las secciones en verde corresponden a contactos en los que Venus de uno de los cónyuges va primero. El verde oscuro se usa para los contactos en que Venus del hombre va antes que Marte de la mujer; el verde claro indica que Venus de la mujer va primero.
El número asociado a cada sección dentro de un cilindro indica el porcentaje de desviación de los valores observados respecto de los esperados. Así, por ejemplo, en el primer cilindro vemos que la sección de color rojo claro lleva asignado el número 11. Esto significa que el contacto entre Marte de la mujer y Venus del hombre (en este mismo orden) se produce en la muestra estudiada con una frecuencia superior a la esperada en un 11 por ciento, dentro de la carta del armónico 1. Cuando en un contacto la frecuencia observada es inferior a la esperada, las secciones correspondientes se dibujan por debajo del nivel marcado con un 0 en el eje de ordenadas, y la cifra asignada es negativa. Así, por ejemplo, la sección en verde oscuro del sexto cilindro, lleva asignado el valor -19. Esto significa que el contacto entre Venus del hombre y Marte de la mujer (en este mismo orden) se produce con una frecuencia inferior a la esperada en un 19 por ciento, dentro de la carta del armónico 6. 

Podemos observar que sólo hay dos cilindros cuyas cuatro secciones ostenten valores positivos: los correspondientes a los armónicos 2 y 4. Los aspectos asociados al armónico 2 son las oposiciones y las conjunciones naturales dentro de un orbe de  6º 40' (en el contexto de esta investigación). Los aspectos asociados al armónico 4 son las cuadraturas, las oposiciones y las conjunciones naturales dentro de un orbe de 3º 20' (en el contexto de esta investigación). Por consiguiente, parece que las oposiciones y las cuadraturas entre Marte de una persona y Venus de otra favorecen siempre en alguna medida la posibilidad de que entre ellas se forme un vínculo matrimonial, con independencia de si es el hombre o la mujer quien pone a Marte o a Venus y sea cual sea el orden de los factores. No obstante, las mayores desviaciones se producen en los contactos del armónico 2 (oposiciones) entre Venus del hombre y Marte de la mujer, cada una de las cuales se observa con una frecuencia en torno a un 20 por ciento por encima de lo esperado. 

Además del 2 y del 4, hay otros dos armónicos cuyos cilindros no presentan secciones negativas: el 1 y el 8. En el armónico 1, que se corresponde con las conjunciones naturales propiamente dichas, presentan desviaciones positivas los contactos entre Venus del hombre y Marte de la mujer, en cualquiera de sus dos posiciones relativas. Sin embargo, los contactos entre Venus de la mujer y Marte del hombre prácticamente coinciden con los valores esperados, por lo que no parecen decisivos en ningún sentido. En el armónico 8, tres de las cuatro secciones no presentan desviaciones ni positivas ni negativas; sólo la correspondiente a los contactos entre Venus del hombre y Marte de la mujer (en este mismo orden) muestra una incidencia del 11 por ciento por encima de lo esperado. Los aspectos asociados al armónico 8 son los mismos que se asocian al armónico 4, con el añadido de las semicuadraturas y las sesquicuadraturas, pero ahora todos ellos dentro de un orbe de 1º 40' (en el contexto de esta investigación).

Por tanto, por lo que se refiere a los contactos entre Marte de una persona y Venus de otra ante la perspectiva de un posible matrimonio, podemos decir que, en términos generales, las conjunciones y los aspectos habitualmente calificados de tensos o difíciles (oposiciones, cuadraturas, semicuadraturas y sesquicuadraturas) incrementan la probabilidad de que el enlace matrimonial se lleve a efecto o, por lo menos, no representan ningún obstáculo. Los resultados son mejores si el contacto se produce entre Venus del hombre y Marte de la mujer.

Por lo que respecta a los aspectos habitualmente considerados fluidos o fáciles (trigonos, sextiles, noviles, semisextiles), éstos se hallan asociados a los armónicos 3, 6, 9 y 12. Podemos observar que en los cilindros que representan a estos cuatro armónicos, las secciones de colores claros obtienen siempre un valor positivo. No ocurre lo mismo, sin embargo, con las secciones de colores oscuros, que quedan por debajo de lo esperado en seis de las ocho mediciones. Por consiguiente, en estos cuatro armónicos las cosas parecen ir bien siempre y cuando el planeta de la mujer se sitúe antes que el planeta del hombre. En caso contrario, el contacto tiende a constituirse más bien en un obstáculo. Es evidente que el orden de los factores puede resultar crucial, porque un aspecto entre Venus de la mujer y Marte del hombre puede facilitar la unión o entorpecerla, dependiendo de cuál de los dos se sitúa primero. Y otro tanto ocurre con un aspecto entre Marte de la mujer y Venus del hombre. Pero ningún libro de sinastría tiene en cuenta esta distinción, sino que interpretan las dos situaciones como si fuesen la misma, siendo así que, en la práctica, producen resultados opuestos.

El cilindro correspondiente al quinto armónico (asociado a quintiles y biquintiles fundamentalmente) contiene dos secciones con una desviación negativa tan pequeña que se puede considerar neutra, y una tercera también con desviación negativa algo mayor. Junto a estas tres secciones tan poco activas, contiene también la sección con la desviación positiva más prominente de todo el cuadro. En efecto, el contacto en el cual Marte del hombre se sitúa antes que Venus de la mujer en el quinto armónico alcanza una frecuencia observada de un 29 por ciento por encima de lo esperado. Sin embargo, cuando Marte del hombre se sitúa después que Venus de la mujer en una conjunción del quinto armónico, la frecuencia observada queda un 6 por ciento por debajo de lo esperado. He aquí otra prueba de la gran importancia que puede tener el orden de los factores.

En los armónicos 7 y 11, las secciones de colores claros obtienen malos resultados, mientras que en el armónico 6 los peores resultados se asocian a las secciones de colores oscuros. Por razones diferentes, todavía por descubrir, estos tres armónicos son los únicos en los cuales los contactos entre Marte y Venus ejercen una presión mayor contra la posibilidad del matrimonio que a su favor. También una de las secciones del armónico 13, la de color verde oscuro (Venus del hombre antes que Marte de la mujer) ostenta la desviación negativa más acusada de todo el cuadro: 23 por ciento por debajo de lo esperado.

Las dos secciones con mayor desviación positiva y negativa respectivamente pertenecen a armónicos asociados con aspectos poco o nada utilizados, como son los quintiles y los treciles, junto con los múltiplos de ambos. Pero estas desviaciones indican que ahí se encuentran precisamente los contactos más activos, ya sea para producir un efecto estimulante o uno disuasorio respecto de una posible unión conyugal. 


Contactos Marte/Marte y Venus/Venus

Vamos a considerar ahora los contactos en los cuales los dos miembros de la pareja ponen en juego el mismo planeta. Tal como hicimos antes, desplegaremos la información en un gráfico de trece cilindros, divididos en cuatro secciones de diferentes colores. El rojo oscuro lo reservamos ahora para los contactos en los que Marte del hombre se sitúa antes que Marte de la mujer. El rojo claro alojará los contactos en los que Marte de la mujer se sitúa antes que Marte del hombre. El verde oscuro representa ahora los contactos en los que Venus del hombre va antes que Venus de la mujer. Por último, el verde claro señala los contactos en los que Venus de la mujer va antes que Venus del hombre.

Hay dos cosas que llaman poderosamente la atención desde el primer vistazo al gráfico. La primera es que casi todas las secciones de color rojo oscuro se alojan en la mitad superior del cuadro, porque ostentan valores positivos. La segunda es que casi todas las secciones de color verde claro se alojan en la mitad inferior del cuadro, porque ostentan valores negativos. De modo que cuando Marte del hombre se sitúa antes que Marte de la mujer, las cosas van bien en casi todos los armónicos (la única excepción es el 11 y por poco margen) y, por tanto, en casi todos los aspectos. Por el contrario, cuando Venus de la mujer se sitúa antes que Venus del hombre, las cosas van mal en casi todos los armónicos (salvo en el 6 y el 12, también por poco margen) y, por tanto, en casi todos los aspectos.

Espero que no sea necesario insistir en que cuando digo que las cosas van bien o mal o que los resultados son buenos o malos no me refiero a que los contactos implicados produzcan felicidad o desdicha, sino simplemente a que tienden a incrementar o a reducir el número de matrimonios que efectivamente se llevan a cabo.

Los cilindros correspondientes a los armónicos 1 y 7 muestran ahora valores positivos en sus cuatro secciones. Como el armónico 1 tampoco había mostrado ninguna sección negativa en los contactos cruzados entre Marte de un miembro de la pareja y Venus del otro, resulta que es el único armónico en el que no se presenta ninguna desviación negativa. Dicho de otra manera, cualquier conjunción propiamente dicha entre Marte y Marte, Marte y Venus ó Venus y Venus, en cualquier orden, o bien facilitará el matrimonio o, al menos, no lo estorbará. De todas las conjunciones, la de Marte del hombre situado antes que Marte de la mujer es la que obtiene el mejor resultado (+20 por ciento). El armónico 7 y sus aspectos asociados (septiles y sus múltiplos) da buenos resultados cuando acoge los contactos entre las dos posiciones de un mismo planeta, especialmente los de Marte del hombre situado antes que Marte de la mujer (+18 por ciento), pero ya vimos que no sucedía lo mismo cuando cada miembro de la pareja aportaba un planeta diferente.

En los armónicos 3 y 9 todos los contactos de Marte son positivos, mientras que todos los contactos de Venus son negativos. Aquí están implicados principalmente los trígonos, los noviles y los binoviles. Puesto que las desviaciones negativas más acusadas de estos dos armónicos se dan en el armónico 3, resulta que los trígonos entre Venus del hombre y Venus de la mujer, en cualquier orden, parecen funcionar como un obstáculo ante una posible unión matrimonial. 


Datos agrupados

Aunque una muestra de 2.823 matrimonios, como la que estamos utilizando, parece suficientemente amplia como para producir resultados confiables, no debemos sobrevalorar los datos asociados a cada una de las secciones cilíndricas, porque los valores esperados para cada una de ellas suelen estar en torno a los 105 casos. Con valores esperados próximos al centenar de casos, las oscilaciones del azar tienen todavía mucho margen de maniobra. Pero si agrupamos los datos por categorías, todas las secciones de la misma categoría suman sus valores esperados, de forma que las desviaciones observadas serán más significativas.

En la siguiente tabla mostramos diferentes maneras de agrupar los datos relativos a los contactos que estamos investigando.


El contacto en el cual Marte del hombre queda situado antes que Venus de la mujer muestra una desviación positiva en once de los trece armónicos y una desviación negativa en los otros dos. Si sumamos los valores de esas once desviaciones positivas, obtenemos 112 puntos. Si sumamos los valores de las dos desviaciones negativas obtenemos 15 puntos. La diferencia entre estos dos valores define un valor positivo de 97 puntos, que nos sirve como referencia para compararlo con otros contactos.

En la tabla se observa que ninguna de las otras tres maneras de emparejar Marte con Venus alcanza un valor más alto. En efecto, Marte de la mujer situado antes que Venus del hombre obtiene 73 puntos de desviación acumulada, Venus de la mujer antes que Marte del hombre sólo alcanza 16 puntos y Venus del hombre situado antes que Marte de la mujer obtiene un valor negativo de -29 puntos.

Si hacemos abstracción de cuál de los dos miembros de la pareja pone en juego su Marte y cuál su Venus y sólo nos fijamos en cuál de los dos planetas va primero, vemos que los contactos en los cuales Marte se sitúa antes que Venus alcanzan una puntuación positiva de 170, mientras que los contactos en los cuales Venus se sitúa antes que Marte quedan con una puntuación negativa de -13. Esta es una diferencia muy considerable, que indica que, en términos generales, los contactos entre Marte y Venus sólo contribuyen de una manera apreciable a incrementar la probabilidad de los vínculos conyugales cuando Marte se sitúa en los grados previos a un punto de aspecto con Venus.

En el conjunto de los trece primeros armónicos, vemos que los contactos en los cuales el hombre pone su Marte y la mujer su Venus alcanzan 113 puntos, por 44 de los contactos en los que la mujer pone su Marte y el hombre su Venus. Ambas combinaciones dan valores por encima de lo normal, aunque el efecto parece mayor cuando el hombre pone su Marte. Sin embargo, como ya vimos más arriba, en los armónicos relacionados con aspectos tensos, los resultados son mejores cuando el hombre pone su Venus y la mujer su Marte, sobre todo en el armónico 2 (oposiciones).

Marte del hombre situado antes que Marte de la mujer alcanza 111 puntos por encima de lo esperado, mientras que Venus de la mujer antes que Venus del hombre alcanza la misma cantidad de puntos, pero por debajo de lo esperado.

En total, Marte del hombre situado antes que cualquier planeta de la mujer (Marte o Venus) suma 208 puntos por encima de lo esperado. Marte de la mujer situado antes que cualquier planeta del hombre (Marte o Venus) queda con 46 puntos por encima de lo esperado. Por consiguiente, Marte de cualquiera de los dos situado antes que cualquier planeta del otro totaliza 254 puntos.

Venus del hombre antes que cualquier planeta de la mujer se queda en 39 puntos por debajo de lo esperado y Venus de la mujer antes que cualquier planeta del hombre arroja un déficit de 95 puntos. En total, Venus de cualquiera de los dos situado antes que cualquier planeta del otro obtiene 134 puntos negativos.

La impresión general que queda después de considerar todos estos datos es que Marte contribuye más decisivamente que Venus a la formación de vínculos matrimoniales. Marte funciona bien combinado con Venus y también con Marte de la otra persona, pero Venus con Venus no solamente no facilita las cosas sino que parece crear barreras. Además, es evidente que el orden de los factores es crucial y que Marte empuja mucho más hacia el matrimonio cuando se ubica en los grados inmediatamente anteriores a un punto de aspecto con Venus o con Marte de la otra persona.


© Julián García Vara, julio, 2011



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